lunes, 28 de septiembre de 2009

A vuestros cuerpos dispersos

La novela que me ha tenido absorbido la semana pasada, A vuestros cuerpos dispersos, es una obra que aun tras varios días después de haber sido leída sigue caminando tranquilamente por las circunvoluciones de nuestro cerebro. Las imágenes se quedan prendidas en la retina y las preguntas sin responder de la novela se prestan a las elucubraciones metafísicas de nuestra mente.

Richard Francis Burton, célebre explorador y aventurero del siglo XIX (reconocido entre otras cosas como el descubridor del lago Tanganica), despierta tras morir, en un gran paraje arbolado cruzado por un inmenso río que se pierde en la distancia.
Como él, todos aquellos que, en toda la historia de la humanidad, han alcanzado a cumplir más de cinco años son resucitados en este lugar. Despiertan desnudos, desprovistos de pelo, han rejuvenecido a la edad de 25 años y han perdido cualquier tipo de tara física que tuvieran.
Tras el desconcierto inicial se van formando grupos, la gente busca protección y amistad frente a la soledad.
Burton se erige como líder de un grupillo variopinto: Peter Frigate, escritor del siglo XXI, Kazz, un neanderthal; Monat, el extraterrestre causante del supuesto fin de la humanidad en el año 2008; Alice Heargraves, dama de la alta sociedad británica del siglo XIX. Posteriormente se unirá al grupo algún personaje más, como el judío Lev Ruach.
Pronto aprenderán que la única dificultad a la que se enfrentan para poder sobrevivir son sus propios congéneres, pues la alimentación es proporcionada sistemáticamente por medio de unos cilindros huecos que todo individuo posee al despertar. Supervivencia, por otro lado, ficticia pues, la muerte del individuo trae una nueva resurrección al día siguiente y en otro lugar a lo largo del río.
Como buen aventurero, Burton evitará el sedentarismo y mediante una modesta embarcación navegará río arriba con el fin de descubrir los misterios de este Mundo del Río y de su nueva condición.

P. J. Farmer, sin hacer alarde de una gran prosa consigue, ya en los primeros capítulos, crear la expectación necesaria para que el pasar de las páginas se convierta en una droga que te incita a querer saber más. A querer saber "porqué".

Son muchos los aspectos interesantes de esta novela, siendo el anterior no el menos importante, ya que el libro se convierte en un auténtico pasapáginas que se lee con auténtico deleite y, es evidente, que además de la oportunidad de reflexión un libro debe ofrecer entretenimiento ante todo. Es difícil reflexionar sobre algo que resulta aburrido.


Es interesante observar las vertientes dicotómicas ofrecidas por los trinomios:
Burton - Frigate / Ruach: En el que Burton es prepotente, sarcástico en exceso, arrogante y pagado de sí mismo frente a Frigate y Ruach, personajes que vivieron tras su muerte, por lo que conocen su biografía, y lo consideran una persona de moral perniciosa.
Burton - H. Goering / Tulio Hostilio: En el que Burton se ve a sí mismo como una buena persona, frente a las personalidades déspotas y violentas de Herman Goering y Tulio Hostilio.


Es interesante, así mismo, observar la similitud ofrecida entre la expedición de Burton para descubrir las Fuentes del Nilo y la expedición para alcanzar el nacimiento del Río. En ningún caso lo conseguirá.

Es fascinante la distribución de civilizaciones a lo largo del Río y sus correspondientes alianzas interraciales e intertemporales. Como, ante una nueva oportunidad, el ser humano vuelve a caer en los mismos errores y se empeña en organizar la vida del mismo modo que antes de morir. Es el Crisol del Tiempo. El experimento antropológico y social más grande jamás llevado a cabo.

Pero el aspecto más interesante de la novela se convierte también en su mayor fracaso. Así como las ideas surgen por doquier, se crea la esperanza de aventurarse en ricas nociones filosóficas, religiosas, morales o científicas. Surgen diferentes interpretaciones con respecto al porqué de esta resurrección. Los personajes acumulan todo tipo de explicaciones a sus preguntas: explicaciones pseudo-ontológicas en las que el ente que anima al ser es la causa de la resurrección; religiosas, en las que se ha de renacer en este Mundo del Río-Purgatorio para la expiación de los pecados, antes de ascender al Reino de Dios; o científicas, tratándose todo de un experimento llevado a cabo por Superseres.
Incluso hay atisbos del conocido Punto Omega del jesuita francés Pierre Teilhard de Chardin, en el hecho de que en un futuro muy lejano, la humanidad ha llegado a un estado ético tan alto que puede ir "más allá".

Pero Farmer no quisó o, ante la tremenda envergadura de posibilidades que ofrecía este Mundo del Río, no supo salir airoso, y todas estas ideas se convierten en simples líneas escritas en un papel, pues se limita a crear ¿Por qués?, ¿Cómos? y ¿Cúandos? en la mente de los personajes, sin nunca desarrollarlos ni dar explicaciones completas.

Esto último puede llegar a defraudar al lector voraz de ideas, a aquellos que desean nutrirse de teorías y datos contrastados para la reflexión por encima del puro divertimento.

En cambio, este libro será la delicia de quien busque entretenimiento, pues este no decae en ningún momento, dejando el final completamente abierto para las continuaciones, pues hemos de recordar que se trata de una pentalogía, si bien, al menos este primer volumen, se puede leer de forma totalmente independiente.

En definitiva, un libro imprescindible para el amante de la ciencia-ficción y el libro indicado para todos aquellos que consideran que la ciencia-ficción es un genero menor. Disfrutarán sin la menor duda.

2 comentarios:

  1. Hola, soy Jésus.

    Bueno, por fín terminé de leerla hace unas semanas, pero no había tenido tiempo hasta ahora de escribir aquí.

    Estoy de acuerdo con casi todo lo que dices, excepto en que las ideas estén poco desarrolladas. No son tantas, y se expone lo justo y suficiente sobre ellas para mantener el misterio y estimular la imaginación del lector sobre los detalles. No he percibido que la intención de Farmer sea transmitir una gran cantidad de ideas. Más bien (aparte de especular sobre su versión sobre el Punto Omega), reflexionar sobre la condición humana, hacer creíble (y a mí me ha sorprendido y me ha abierto la mente a nuevos pensamientos) una situación en la que los seres humanos, viendo cubiertas sus necesidades básicas (alimentación, salud), siguen guerreando entre ellos, debido a sus ambiciones, instintos, patrones mentales que siguen siendo los mismos, etc.
    También quiero aprovechar para añadir otro aspecto que siempre se ha comentado sobre la saga del Mundo del Río y que yo quiero corroborar: sí que hay misoginia. Al principio, no sabes si se debe a que el escritor se "mete en la piel" del principal protagonista (un occidental del siglo XIX) o si simplemente el escritor es algo machista. Siempre te queda la duda, pero ahora mismo voy por la mitad de la segunda novela de esta saga, y cada vez estoy más convencido de que la causa está en el escritor. Nótese que todas las mujeres que aparecen en la novela están relegadas a papeles secundarios, absolutamente todas, y su función parece ser exclusivamente la de ser compañeras de los protagonistas, hombres. Se profundiza poco o muy poco en sus pensamientos o motivaciones.

    Bueno, lo dejo ya que sin no no paro. Un saludete.

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  2. Hola tío
    Bueno, estoy más o menos de acuerdo contigo, pero no del todo. Me explico:
    Por un lado el tema de las ideas. Yo sí lo he visto como que se plantean muchas ideas, o dudas, si prefieres verlo así. Visto desde una perspectiva antropo-psico-social (que es lo que "el experimento" en sí sugiere) se crean una infinita cantidad de imágenes y dudas. Consigue estimular la mente hacia nuevos pensamientos y escenarios posibles. Esto es, básicamente, a lo que me refería al decir que lanza muchas ideas.
    En cuanto a la misoginia. Es cierto que hay bastante misoginia, no hay más que ver el uso que hacen de ese chicle que ya quisiera yo que estuviera gratis y legal por ahí; o de los menosprecios que continuamente hacen los personajes masculinos a los femeninos. Pero yo, sin embargo, creo que esta misoginia es fruto del ambiente y del "experimento social" llevado a cabo, no creo que sea cosa del autor. Que siga en la siguiente parte, es compresible, sigue siendo el mismo mundo y el mismo experimento (ya he repetido esta palabra varias veces, pero es que me parece muy cercana a lo que sucede). Además, creo que este machismo acaba, poco a poco, haciendo ver a Burton, que todo el mundo tiene dignidad, o así me ha parecido a mi al ver que Burton se va enamorando de Alice, una mujer que, nadie puede
    dudar, tiene carácter.
    Aquí, lo dejo, tampoco me enrollo más.

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