sábado, 31 de diciembre de 2011

Tangram

Tangram ¿Qué me llamó la atención de Tangram? Quizás que al leer la sinopsis me resultó atrayente y raro y, el pensar en historias dentro de historias, aunque últimamente comience a estar demasiado visto, me sigue haciendo hervir la sangre. Realmente Tangram, como su homónimo chino, se convierte en muchas lecturas deliciosas capaces de metamorfosearse según la idea de cada una. Ha resultado ser una lectura realmente amena, original y sorprendente.
En un principio, Tangram, está formado por siete historias. Siete que son una, y cuyos títulos van precedidos de una palabra a modo de epigrama que se escapa a mi comprensión, tan lerdo soy.

1. El sótano: Se nos narra la historia de dos amigos, actores aficionados de teatro que se presentan en casa de una antigua diva del teatro para realizar una representación privada, y acabarán siendo secuestrados y encerrados en un sótano.
2. El caso Iabichino: El inspector Basilio Olabarrieta será el encargado de investigar el asesinato de Gaetano Iabichino, el famoso ex-marido de la diva del anterior cuento. El inspector llevará a cabo una investigación turbada por el romance que mantendrá con la sospechosa, adolescente fantasía onanista del inspector.
3. El síndrome de Reijkiavik: Ante la certidumbre de la tranquilidad islandesa, un joven psicópata español se desplazará a su capital para perpetrar un asesinato que perturbe la paz del país. No obstante, no conseguirá consumar sus premeditados intentos.
4. La liga de la sinceridad: Un grupo de jóvenes estudiantes, amantes del teatro, crean la llamada liga de la sinceridad, cuyo objetivo es evitar la hipocresía de la sociedad y decir toda la verdad que no se quiere oír en aras de conseguir encauzar determinados comportamientos hacia algo mejor.
Así, se centrarán en mostrar a un hombre obeso, lo excesivo de su peso mediante un constante acoso moral y humillantes vejaciones continuas. Como era de prever desde la primera línea de este cuente, éste comportamiento tendrá un funesto desenlace.
5. Un millón de libras: Un ladrón de bancos vuelve, una vez prescrito el robo, al lugar donde enterró el dinero. Por desgracia, en el lugar se erige ahora una casa. En sus intentos por encontrar el lugar exacto de la finca donde se encuentra el botín será descubierto por al propietaria del terreno.
6. Crotone: Tras la muerte del último "recaudador de impuestos" de la ndragheta (mafia calabresa) un nuevo encargado de tan lucrativa actividad ocupa s puesto en la ciudad de Crotone. Los métodos de este nuevo recaudador difieren sustancialmente de los de su predecesor: se involucra en el bienestar de la comunidad y parece tener rasgos de humanidad, algo que no asimilan los comerciantes del pueblo.
7. Las gemelas: Un periodista entrevista a una señorita con respecto al secuestro del primer cuento. Esta señorita resulta ser una de las hijas del obeso protagonista de "la liga de la sinceridad". Este cuento en sí, aún siendo el último, se convierte en un prólogo que explica toda la obra.

Juan Carlos Márquez nos sorprende con una pieza de máxima originalidad y atrevimiento. Una novela que rebosa frescura y entretenimiento, pues cada uno de los cuentos encierra multitud de detalles que los convierten en apasionantes.
Márquez utiliza un estilo elegante pero de muy fácil digestión y poco a poco va incluyendo sutiles detalles que nos hagan pensar y atar cabos al tiempo que nos permitan ir concatenando las historias que astutamente se ha encargado de entremezclar cual tahúr.
Hecho éste que puede llegar a desconcertar pues presenta multitud de configuraciones posibles y, como el juego del que la novela toma su título, cada lector sacará sus propias conclusiones basándose en una secuencia de los hechos que considere más plausible.
En mi caso, me ha parecido percibir que cada cuento explica un poco del anterior aportando datos que nos permiten aclararlo, al tiempo que lanza nuevas incógnitas que se resuelven en el sucesivo.
Como digo, presenta múltiples lecturas según se desenrede la historia y, me atrevo asegurar que, cuanto más se consiga desenredar esa madeja más apasionante será el resultado final. Por mi parte no creo haber sido capaz de aprehender más de un 50% de la misma pero me siento plenamente convencido del acierto que supone esta novela.
Una obra de pasiones en las que salen a relucir los pecados capitales y los efectos que muchos consideramos virtudes, donde se muestra que "nuestra verdad" no es la verdad absoluta y donde la venganza se proclama como clara vencedora.

Una novela o colección de relatos que animo a leer y releer, con la intención de que nos anime a reflexionar para aclarar su misterio. Una novela que, a mi juicio, confirma a su autor como un gran cuentista y lo convierte en un novelista a tener en cuenta.
Una buena historia con un lenguaje ágil que facilita la lectura y que constituye un magnífico última lectura del viejo o primera del nuevo año.

jueves, 22 de diciembre de 2011

La perla

La perla, una historia de la que nunca había oído hablar pero que, ante la insistencia de una compañera de que debía leerlo, no pude resistirme a comprar cuando la vi a precio irrisorio en una librería de segunda mano.

En esta novela se narra la historia de Kino, un joven pescador-buceador que un día encontrará la perla más perfecta, la perla del mundo. La obtención de la perla hará soñar a Kino y a su familia con una nueva vida de posibilidades. Pero no todo es lo que parece, y su vida no será todo lo dichosa que esperaba. En menos que canta un gallo la codicia se apoderará de mucha gente que intentará matarlo para robársela.

En las pocas páginas que ocupa la perla podemos encontrar toda la fuerza y las inquietudes del mejor Steinbeck.
Con su elegante y precios estilo, meticuloso al extremo, la lectura de la perla nos adentra en un escenario de marginación y la desigualdad y nos hace darnos de frente con ese mundo que pretendemos ignorar, el de la injusticia, el racismo, la discriminación y la codicia insana.
Steinbeck relata con absoluta crudeza la historia de Kino y, ya antes de encontrar la perla, nos muestra la senda que seguirá la obra cuando el médico blanco local se niega a atender la picadura de un escorpión al bebe de Kino por no poder cobrar.
Como digo, ya desde el principio se ve que será una novela dura y potente.
Kino siente la vida de forma humilde. La canción que lo arrulla es la del trabajo duro y el sacrificio, la de la familia y la honradez, pero la llegada de la perla a su vida transformará esta canción, que verá como se puebla de temores y de sueños febriles. Kino no puede dejar de pensar en el futuro de su familia y en su hijo que, por fin, irá al colegio para convertirse en alguien de provecho, pero al mismo tiempo, no puede evitar sentirse odiado por todos los que ahora buscan su buena fortuna a toda costa.
En este mar en el que peligra la integridad física de Kino, su mujer lo instará continuamente a deshacerse de la perla en un afán de retornar a la tranquilidad cotidiana del que nada tiene salvo la felicidad y la paz que otorga el saberse buena gente, pero Kino ha escuchado la canción de la perla y no puede escapar a su influjo, pues la perla se ha convertido en su alma y Kino cree que también perderá esta si se desprende de la otra.
La lírica prosa de Steinbeck unida al rápido ritmo de la misma hacen que la novela se lea de un tirón y consigue que nunca decaiga el interés de la misma en espera de que sucederá a Kino y su familia, pues el autor consigue pervertir la intrínseca inocencia de la piedra más perfecta, la perla del mundo y convertirla en una mancha maldita que con su radiante pureza corrompe todo lo que toca a modo de brujería. Un poder que hunde sus raíces en la realidad de dos mundos encontrados: el mundo del opresor hombre blanco y el del indígena oprimido. Un mundo donde la discriminación, el racismo, la violencia, la codicia y la perversión campan a sus anchas y donde es practicamente imposible salir de uno para entrar en el otro.
Es por tanto ésta, una obra que admite múltiples lecturas y significados. Una lectura de pesaroso entretenimiento y muchas otras lecturas de pesimismo y de anhelos imposibles de cumplir. Una novela que muestra la imposibilidad de burlar al destino y de prosperar y salir del ghetto por medios lícitos.

Es una obra que me ha encantado y que puede ser leída como si de una parábola se tratase como dice el autor al comienzo de la misma, pero una parábola, en la que si leemos entre líneas observaremos diferentes grados de complejidad según queramos o no involucrarnos en su pensamiento.

Una novela que si en algo me ha fallado ha sido en el error cometido al leerla justo tras una obra tan sumamente divertida como Murciélagos rosas, lo que ha hecho que perdiera parte de su encanto al reducir en mi ánimo el dramatismo de la perla.

La perla es, tanto por su nombre como por su calidad, una auténtica joya a la que el tiempo le ha sentado bien y que aún hoy sigue siendo de vigente actualidad.
De verdad, imprescindible.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Murciélagos dorados y palomas rosas


¿Quién no ha oído hablar de la trilogía de Corfú, de Gerald Durrell? Y más aún ¿Alguien conoce a alguien que los haya leído (al menos el primero) y no haya dicho que es buenísimo? Yo, no.
Pues bien, sobre esta premisa, decidí leer algo más de Durrell para ver si siempre era igual de divertido, así que encontré este Murciélagos dorados (y el resto de su obra) por dos eurillos la pieza en una librería de viejo, y no lo dudé ni un instante.
Al sumergirnos en la lectura de esta expedición nos adentramos de lleno en un conjunto de aventuras a cual más hermosa y divertida.

Murciélagos dorados y palomas rosas trata de el viaje organizado por el naturalista y su Jersey Wildlife Preservation Trust a Mauricio para intentar conseguir algunos de los ejemplares en peligro de extinción de la isla con la intención de criarlos en cautividad y con la finalidad de repoblar posteriormente Mauricio.

Se observa en sus palabras que Durrell no sólo tiene oficio de escritor, pues desarrolla una prosa elegante y de fácil lectura y comprensión, sino que, además, se percibe claramente en la belleza de las descripciones de ecosistemas o especies que retrata, el amor que destilan sus poros hacia la naturaleza. Un amor que aporta una clara sensualidad a su escritura y que te impregna por completo al visualizar las selvas de Mauricio o los bellísimos paisajes plagados de contrastes del arrecife.

Al ser el pájaro Dodo el emblema del Fondo de Jersey, parece lógico realizar este viaje a las islas Mauricio, donde se nos ofrecerá alguna bella leyenda respecto a la simbiosis entre el extinto pájaro y el casi extinto "árbol dodo".

El trabajo técnico literario del autor es realmente bueno y consigue que lo que pudiera ser una simple crónica de un viaje se convierta en una sucesión de aventuras en las que todo se complica y pone en aprietos a los integrantes del equipo. Aprietos, eso si, que te hacen desternillarte y te incitan a seguir leyendo sin prisa pero sin pausa, deleitándote de las imágenes mientras te sonríes. Así asistiremos a situaciones de verdadera chanza, como en el momento en que compran una fruta exótica de nombre Nanjea para atraer a los murciélagos dorados de la isla de Rodrigues, y el olor de la misma dicen impregnarlo todo, absolutamente todo en kilómetros a la redonda; como las dos ocasiones seguidas en que tendrán que comerse los kilos de fruta que transportan porque no entran en el avión; o las escenas en que una horda de caracoles gigantes y de ratas se comen sus provisiones, por ejemplo.
Toda la obra está salpicada de humor de principio a fin lo que facilita su lectura y nos ayuda a sentir una clara empatía hacia los casi extintos naturalistas y hacia los animales que pretenden salvar.

Permitidme la pedantería de recomendar este libro y todos los de Gerald Durrell a todo el mundo, no sólo por lo divertido que es, sino también porque la labor que realiza el autor es digna de encomio. Una labor que se financia con las donaciones que hacen los socios a su fundación y con los derechos de autor que obtiene de estos magníficos libros.

Murciélagos dorados y palomas rosas es una obra que no cansa. Divertida y de fácil y rápida lectura que me cuesta creer que no guste a todo el mundo. A mí particularmente me ha encantado y no tardaré en viajar de nuevo con el señor Durrell.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Todo lo que muere

Hace un par de años leí Perfil asesino, tercer libro de la serie creada por John Connolly en torno al personaje de Charlie "Bird" Parker, y me pareció tan bueno que compré los dos anteriores pero, mi sistema de lectura adolece de un grave defecto, el paso del tiempo y es así por que, salvo excepciones que no viene al caso explicar, suelo leer en orden de compra por lo que, como compró más que leo, la lectura de cada libro se dilata mucho en el tiempo. Bueno, al tajo que si no me enrollo más de l cuenta.

El detective Parker tiene problemas matrimoniales, lo que le hace beber más de la cuenta. Cierta noche al regresar a casa tras una borrachera post-discusión de pareja, se encontrará con el dantesco espectáculo de ver a su mujer e hija asesinadas. Sus muertes han sido horribles, torturadas y con la máscara facial arrancada.
Tras un tiempo de descanso y de vuelta fallida al trabajo, Charlie decidirá abandonar la policía y dedicarse a la investigación privada.
Será así hasta que su antiguo jefe le solicite ayuda para resolver un caso. Se trata de la desaparición de una persona. Este caso le llevará a descubrir una trama de tortura y asesinato infantil que lo llevará al más oscuro de sus demonios, y lo hará cruzarse con otro caso que lo pondrá tras la pista del asesino de su familia.

Como he dicho al principio, hace un par de años que leí Perfil asesino, y hubo varias cosas que me encantaron de John Connolly y de Bird. Por un lado el estilo del autor: fuerte, marcado y duro, entre otras cosas que ahora mencionaré y, por el otro, la ira no contenida de Bird Parker, un detective cargado de rabia y que actúa por venganza y de forma contundente cuando es necesario, al tiempo que con una extraña capacidad para percibir el mundo sobrenatural que me encantó y con un par de compañeros, Louis y Angel, que me enamoraron por encima de todo lo demás.
Estos detalles hicieron que me lanzase a por el primero de la serie, hecho del que no me arrepiento.
John Connolly escribe de forma enérgica y contundente, recreándose en las escenas violentas pero con el típico humor negro tan característico de este género como contrapartida a la dureza de su texto.
Nos presenta una trama que se va enroscando sobre sí misma, de tal modo que por un lado el caso con el que comienzan las investigaciones no será el mismo con el que se cierren y, por otro lado, iremos desentrañando poco a poco la atmósfera personal de protagonista. Así, la historia comienza con la muerte brutal de la esposa e hija del protagonista, algo que le costará mucho superar y que llevará para siempre en su ser como una nube negra que lo atenaza. Posteriormente, y tras la marcha de Bird de la policía, Connolly lo volverá a meter en acción para encontrar a una chica desaparecida y, ya aquí, el autor dará en el clavo y captará nuestra atención, pues destapará los casos más deleznables y que producen más rechazo en la gente normal, una trama de tortura y asesinato infantil pero que continuará aportando pistas del asesinato de su mujer que lo llevarán a las lagunas de Louissiana y Nueva Orleans, donde se verá metido en los entresijos de la guerra de mafias que asola la Costa Este y donde obtendrá el resto de pistas necesarias para permitir descanso a la memoria de su familia, que no a él.
Como he dicho Connolly narra con crudeza los hechos violentos, una violencia que nunca es gratuita. Pero también salpica la historia de un humor ácido que te levanta los belfos y de precisas descripciones y aclaraciones de momentos sociopolíticos del lugar, lo que a poco que ahondes, te permite aprender cosas nuevas, si es que te interesan.
Otro aspecto importante de la novela, si no el que más, es la caracterización de los personajes: perfectamente retratados y coherentes.
Charlie "Bird" Parker es un hombre amargado, enrabietado con la vida; con un elevado grado de autoinculpación que le obliga a mirar la vida con ojos enrojecidos y a considerar el lado malvado de todo. Considera que el ser humano es eminentemente malvado y se erige en vengador de la humanidad para acabar con la maldad, por ello se yergue como un hombre rabioso y hambriento de venganza que no pone reparos en mostrar la crueldad que sea necesaria en cada caso.
Por otro lado se encontrará con su némesis en la figura de El viajante, un personaje que complementa perfectamente a Bird, pues siente el mal como algo inherente al ser humano hasta el punto de que deber ser reverenciado. El mal constituye la esencia de toda fe y, de una forma cuasireligiosa, se sumerge en el manto de la inmundicia que produce la muerte y efectúa auténticas obras de arte asesina. Siempre parece ir un paso por delante de Bird, lo que para aquellos más avispados que yo, tal vez les ayude a resolver el caso sin la sorpresa que me ha deparado a mi.
Por otro lado nos encontramos con Angel y Louis, una pareja de homosexuales que completa la parte criminal de Bird y son su brazo ejecutor. Un ex asesino y un ex ladrón con gustos y educación completamente distintos y que, con una personalidad arrolladora y unos diálogos de pareja que destilan sarcasmo del bueno, pondrán el punto exótico e irreverente al conjunto.
Por otro lado, Rachel, la psicoanalista que los acompañará a Nueva Orleans aporta el granito humano que hace que no todo sea un baño de sangre y violencia.
Y, como no, a pesar de su muerte, la presencia de la mujer e hija de Bird está presente durante toda la novela y condiciona la obra y milagros del protagonista.

Resulta apropiado leer esta serie en orden pues, a pesar de poder leerse de forma independiente, en esta primera parte se sienta el background, los porqué, cómos y cuándos que nos surgirán, sin duda más adelante en la serie si leéis algún otro libro de la serie antes que éste, como yo había hecho.

Es cierto que la resolución del caso se produce en las ultimísimas páginas, merced a un simple comentario, pero no resulta precipitado y nos ofrece una muestra más del sistema deductivo del protagonista.

Una novela negra de manual, muy bien hilada y con personajes de profundidad que yo creo que hará las delicias de todos los amantes del género.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Salamina

A estas alturas, cuando el libro lleva publicado lo menos tres años, no creo que nadie se sorprenda si comienzo la reseña de Salamina diciendo que es un novelón.
Tenía ganas de reencontrarme con el Negrete histórico. Tras Señores del Olimpo me había quedado con ganas de más, pero nunca encontraba el momento para echarle mano al tocho de Salamina.

La gran ciudad de Atenas debe enfrentarse a las hordas de Darío I el Grande que amenazan con conquistar la Helade. Lo harán, en la batalla de Maratón, donde un destello de genialidad y, por que no, de coraje de uno de sus estrategas, Temístocles, hará que Atenas resulte victoriosa y el ejército del Gran Rey se retire con el rabo entre las piernas.
Años más tarde será el hijo de Darío, Jerjes, quien persiga el sueño de su padre e intente arrodillar a todos los helenos bajo el mandato Aquemenida. Se encontrará de nuevo con el genio militar de Temístocles y el inmenso ejercito del Rey de Reyes chocará, primero con los 300 de Leónidas en las Termópilas y después con la argucia naval de Temístocles en la batalla de Salamina.

¿Qué se puede decir de una obra histórica narrada por un amante de la historia? A fuer de ser sinceros sobraría con decir que es una grandísima novela pero, probablemente, habría quien pediría más... a ver que más puedo decir.
Para comenzar es obligado indicar que Javier Negrete saca todo su talento para poner de relieve hechos de una epicidad máxima. Negrete consigue meternos de lleno en la época que retrata y, no sólo se vislumbra como un extraordinario narrador, sino que se aprecia claramente que ama esta época de la historia y ama cada personaje que sale de su pluma (metaforicamente hablando, claro).
El autor nos sumerge de lleno en las calles de Atenas, de Esparta o de Babilonia y podemos sentirnos partícipes de las palabras del Senado, la soberbia de los espartanos o de los acres olores del mercado y los jardines cuajados de prostitutas de Babilonia.
No le basta con recrear la batalla que da título al libro sino que utiliza la primera guerra médica como antecedente de la misma y, además del magistral efecto de euforia que consigue arrancarnos con la misma nos introduce de lleno en la campaña de Jerjes y nos hará asistir a la batalla en la entrada de las Termópilas, donde Leónidas luchará con sus 300 espartanos contra el grueso de las tropas del Gran Rey en un alarde de virtuosismo y con un alcance épico que no hace sino aumentar el bombeo de nuestro corazón pidiendo más y más; y que conseguirá su máximo efecto con la batalla de Salamina. Una batalla que se va gestando poco a poco, con multitud de barreras en el camino y que pondrá al lector en el brete de creer que no va a suceder ( si no fuera porque ya sabemos que sucedió) y que se resolverá finalmente a pocas páginas del final en una batalla de estrategia maestra y con una carga épica galopante.

Se observa el mimo puesto en cada detalle, en el uso del vocabulario y en el cuidado de los efectos culturales y sociales.
Los personajes son firmes y con carácter. Retratados con una evidente personalidad que les dota de una gran credibilidad, tanto en los personajes históricos como en los ficticios como Apolonia o Sicino.
Así, Temístocles se mostrará inteligente pero artero. Fiero en la batalla, donde se situará en primera fila, pero donde se desenvolverá realmente bien será en el terreno político. Temístocles es una animal político (a quien no me extrañaría que hubieran estudiado los queridísimos y bien formados políticos que nos ha tocado vivir) que hará todo lo necesario, todo, para obtener el poder que ansía, pese a que la supervivencia y supremacía de Atenas sea lo único que dice ambicionar. Para Temístocles el fin justifica los medios, y lo demuestra con creces. Es importante tener en cuenta que Temístocles es hijo de mercaderes venidos a más, no de línea directa de las ilustres familias Eupátridas, por lo que los aristócratas de la ciudad, como Arístides o Filipo, no verán con buenos ojos sus ideas y siempre serán contrarios, pero poco tendrán que hacer ante la astucia de un rival como Temístocles.
Negrete consigue hacernos disfrutar y emocionarnos con la gesta "olímpica" de Fidípides e indignarnos ante la arrogancia de los reyes espartanos, al tiempo que engrandece el honor de Leónidas.
La mayoría de los personajes serán meros títeres del protagonista, bien de un modo consentido, como en el caso de Milciades, encantado de que lo utilicen si puede apuntarse el tanto a su nombre, o de forma intencionadamente manipuladora en la mayoría de las ocasiones, incluso los dos traidores acabarán metidos en este mismo saco, de quienes no diré sus nombres por si acaso quedare alguien que no hubiere leído la novela.
Las mujeres también tienen un papel relevante en la novela, pese a ser una época histórica en que la mujer era denostada y recluida a las laboras de la casa y al cuidado de los hijos, el autor les otorga la oportunidad de ofrecer algo de humanidad y calor al frío personaje de Temístocles, bien sea a través de la sensualidad de Artemisia de Halicarnaso, una mujer de casta, con fuerza y carácter que hará enfurecer incluso al mismo Jerjes, o bien a través de Apolonia, a quien en un principio acogerá como huésped en su casa al sentirse culpable por no cumplir el tratado de ayuda a Eretria y que, finalmente, amará y tomará como esposa, hastiado ya de Arquipa, su esposa; o de su madre, siempre un remanso de paz y cordura, y un colchón de reposo para Apolonia ante la situación de vivir con la esposa de su protector.
Tal vez dé la impresión de que la novela es una colección de ardides deshonestos de Temístocles, pero no es esa mi intención; las 544 páginas de la novela dan para mucho más: política, amores, heroísmos, situaciones cómicas, tensiones, aventuras, espionaje, traiciones,, sangre, genio y mucho más.

La novela, por supuesto, también tiene sus ratos malos y he de reconocer que no tiene mi máxima puntuación pues, si bien su longitud puede ser necesaria, ha habido momentos en los que me ha parecido que sobraban páginas, y en algunas ocasiones me ha resultado un tanto tedioso, así como que en algún momento creo recordar que algún comentario me ha chirriado por parecerme demasiado coloquial o moderno.

Pese a estos brevísimos apuntes he de recomendar encarecidamente la novela a todos aquellos amantes de la historia. Una novela bien llevada, con personajes carismáticos, con trama más que interesan y creíble pese a lo conocida.
En una palabra, BRILLANTE.

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