sábado, 22 de septiembre de 2012

El viajero sobre la tierra


La misteriosa muerte del joven Daniel O'Donovan, el 10 de septiembre de 1895, conmociona a la pequeña ciudad universitaria de Fairfax. Habiendo dado por resuelto el caso antes siquiera de abrir una investigación, la aparición de un manuscrito del difunto, fechado pocos días antes de su desaparición, así como el testimonio de su familia y de aquellos que lo acompañaron durante sus últimos días, serán la clave para comprender la peculiar enfermedad del alma que habría de predestinar al tímido e inocente Daniel a su inevitable final.

No sé exactamente decir por qué decidí leer este libro. Me gustó el título, la portada y el haber leído que se trataba de novela gótica. El caso es que el goticismo me ha parecido una sutil resonancia que recorre toda la obra pero sin abrumar el resto de sensaciones que produce. No ha sido, de hecho, lo que esperaba en este sentido, a pesar de ciertos toques y de los reflejos de este tipo en las lecturas del protagonista, pero me ha parecido magnífica en su conjunto.

El joven Daniel O'donovan queda huérfano a la edad de 11 años y debe irse a vivir con sus tíos. La vida en casa de estos será especialmente rara y solitaria, con un tío que pasa el día encerrado en su biblioteca; una tía que se dedica a sus labores y que de vez en cuando le prestará atención y algo de cariño; y un viejo veterano de la guerra de secesión, el padre de su tía, siempre huraño y callado.
Tras la muerte de su tía, tendrá la oportunidad de ir a estudiar a la Universidad de Fairfax. Su estancia en Fairfax será muy corta, pero dejará huella en sus habitantes.

Esta pequeña novela contiene apenas un centenar de páginas. Centenar que se leen en un corto período de tiempo pero que, en cambio, requieren de un período mucho más largo para ser aprehendidas, pues encierran una gran cantidad de conceptos y sensaciones que no son percibidos a la primera y golpean de súbito cuando menos lo esperas.
La estructura de la novela es bastante coherente ya que se trata de un presunto suicidio, algo turbado por la aparición de un manuscrito encontrado en la habitación del difunto y que habida cuenta de la presunción de "inocencia" se nos ofrecen varias cartas de terceros con la intención de esclarecer algo más los hechos.
A pesar de que la novela se divide en varios capítulos se puede decir que, en realidad, hay dos partes claramente diferenciadas. Por un lado, la niñez y adolescencia de Daniel en la casa de sus tíos y por el otro, su estancia en Fairfax.

La primera parte, como he dicho, narra la estancia de Daniel en la casa de sus tíos, mostrándonos la vida allí como un cúmulo de oscuridad, soledad y ansia lectora. Una parte con una prosa más que elegante, detallista y sugerente que nos ofrece un intimismo feroz deseando ser liberado.
En esta parte, Green nos sumergirá en el debate de la educación, y postulará por boca del tío la mejor educación posible como un aprendizaje sin ataduras basado en un libre albedrío educativo. No es exactamente esto pero me ha hecho recordar la teoría de la educación de Vigotsky.
Posteriormente, y ante el nefasto climax de la novela, resulta obligado preguntarse si éste no fue consecuencia de aquella.
La segunda parte nos narra la estancia de Daniel en la ciudad universitaria de Fairfax. Apenas unos días, pero suficiente para parecer semanas.
En esta segunda parte conoceremos a Paul y, dependiendo de lo que el lector espere, su experiencia en este tipo de obras y el grado de concentración y de su capacidad deductiva, reconocerá o no la realidad del mismo. 
Para que negarlo, yo ni me imaginaba dicha realidad y me di una bofetada en la frente cuando por fin lo asimilé. Paul me parecía un personaje odioso que intentaba aprovecharse malsanamente de la inocencia de Daniel, y no entendía como era posible que Daniel no se diese cuenta y tuviese tal dependencia de él. Pero hasta aquí puedo leer pues no quiero desvelar nada que pueda suponer un menoscabo de la lectura de cualquier otro.
El sueño de Daniel en esta fase se muestra vívido e hipnótico y será el punto sin retorno que dirigirá el resto de la obra hasta su trágico final, conclusión del principio.
Posteriormente podríamos separar también una tercera parte: aquella en la que se nos ofrecen testimonios de varias personas que convivieron con Daniel (como su casera, o su tío), con la intención de profundizar más aún en la psique del muchacho pretendiendo mostrarnos una visión externa que, aunque objetiva, se observa sesgada.

Se puede decir también que se trata de una obra de potencial místico, bien sea por el explícito ambiente religioso que se respira; por el profético onirismo de Daniel; o, simplemente, por la mente esquizo-paranoíde del mismo, que no deja de ser una definición del anterior punto.
En cualquier caso, el conjunto está sumergido en un caldo de cultivo oscuro y, en cierto modo, preternatural que produce cierta tensión psicológica e incita a seguir leyendo casi hipnotizado.

Nunca había leído nada de Julian Green. A posteriori he descubierto que está considerado como uno de los mejores escritores autobiográficos, algo que se puede observar en el cuidado que imprime a su lenguaje y en la exquisitez que muestra en los detalles haciendo que, poco a poco, la obra cabalgue en medio de una bruma oscura que te encoge por dentro.
Esta fue la primera novela de Julian Green y se puede apreciar algún error de novato en cuanto a precipitación pero no lo suficientemente importante como para empañar la solidez de la misma y mostrar el tremendo potencial que escondía.

En definitiva, una novela que me ha encantado y recomiendo a todo el mundo. Eso sí, recomiendo una lectura medianamente rápida, nada de unas poquitas páginas cada día cuando se tiene un momento libre. La sensación de agobio y encanto surge ante la acumulación de páginas. Si os sucede como a mí, en un par de días las imágenes de la novela se os aparecerán más claras en la mente.
Cada uno tendrá su propia opinión, claro, pero para mí es una auténtica joya.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

3 AÑOS

Aún soy un bebé, pero hace dos días cumplí tres añitos.

Tres añitos en los que he opinado sobre alrededor de una centena de libros y, en los que, poco más puedo decir pues este blog ha estado dedicado a la literatura en exclusiva.
Tres añitos en los que, como ya comenté hace poco, me he planteado muchas veces el dejarlo pero siempre había una pequeña fuerza, interna o externa, da igual, que me ayudaba a seguir un poquito más adelante y continuar dándome el capricho de contar mis lecturas, por bien o mal expresadas que estuvieran.
Tres añitos en los que, si me autoanalizo, creo que no he evolucionado prácticamente nada en cuanto a mi forma de comentar mis lecturas, (como reseñista no creo haber superado el simple aprobado), pero con una gran transformación en cuanto a mis gustos, inquietudes, y tendencias literarias.
Tres añitos en los que no he visto una excesiva afluencia de público, más bien muy baja, pero la suficiente como para saber quien quien importa y a quien me debo. Muchísimas gracias a todos.

Es por ello que tengo bastantes cosillas pendientes para acabar el año. Reseñas que me siento obligado a hacer. Por mí, por vosotros y, en algunos casos, por las editoriales que gustosamente me han enviado sus novelas.

Una vez finalice estos compromisos, que probablemente coincidirá con el fin de año, es casi seguro que me tomaré unas merecidas vacaciones, sopena de que en el ambiente laboral se me tuerzan las cosas (cosa que veo ya muy de cerca) y me quede mucho tiempo libre. Pero, en caso de no ser así, abandonaré el barco durante algún tiempo con la sana intención de desintoxicarme un poco y esperar tiempos mejores y una motivación más próxima a aquella que tenía cuando comencé este proyecto. una motivación que he ido perdiendo poco a poco.

De nuevo, muchas gracias a todos: a los que me seguís, y a los que no.

lunes, 10 de septiembre de 2012

La tierra silenciada

Graham Joyce siempre es una buena apuesta de lectura. Hasta ahora, siempre he disfrutado con sus libros. Me gusta su estilo y la forma de entremezclar la cotidianeidad con algún elemento mágico o sobrenatural al estilo del realismo mágico. De hecho, está considerado como uno de los precursores de está etiqueta en suelo británico.
comencé a leer La tierra silenciada para ver que tal y, en un sólo capítulo, consiguió crear en mi, la incertidumbre necesaria como para considerarla una buena y refrescante lectura veraniega. Esto, unido a la rapidez con que avanzaron las páginas, claro.

Jack y Zoe pasan sus vacaciones en el paraíso pirenaico de Saint Bernard in-Haut. Como grandes aficionados al sky, se levantan temprano para descender la ladera de la montaña con la menor afluencia de público posible. Pero descubrirán con horror el enfurecimiento de la misma con un alud en la que Zoe resulta enterrada. Jack conseguirá sacarla de allí.
Tras el gran susto descubrirán extrañados que no hay nadie por la zona, ni ningún habitante en el pueblo. Alarmados ante lo que creen una evacuación ante un próximo y más grande alud, intentarán abandonar el pueblo pero, misteriosamente, siempre son devueltos al mismo.

Graham Joyce es un autor con una extraordinaria habilidad para introducir elementos fantásticos en un escenario más realista, siempre de forma sutil y difuminada que promueve la duda acerca del verdadero sentido de lo narrado pero, en esta ocasión, la verdad es que aunque la novela mantiene la tensión durante todo el tiempo, es cierto que este elemento fantástico es discernible desde el principio y, aunque, en un par de ocasiones Joyce da un algún rodeo con intención  de despiste, rápidamente se vuelve a coger el sentido verdadero, por lo que el final no resulta sorprendente sino esperado al fin y al cabo, lo que resta, en cierta medida, la incertidumbre que siempre acompaña a los libros del inglés.
A pesar de este aspecto que, en mi opinión, hace que no esté a la altura del resto de su producción literaria, la novela se lee con gran facilidad y resulta altamente adictiva, algo que consigue la rápida prosa y un par de pasajes escabrosos.
Con respecto a la prosa he de decir que, en esta ocasión, Joyce me ha parecido algo más laxo que en sus anteriores novelas y el buen hacer de Los hechos de la vida queda aquí como un vago recuerdo de lo que el autor es capaz, y nos lo muestra en apenas un par de pasajes, como el recordatorio de las muertes de los padres de los protagonistas, los cuales me han parecido realmente buenos. No quiera esto decir que el libro no esté bien escrito, no es eso. Para alguien que no conozca a Joyce éste será, sin duda, un gran libro. En mi caso, lo considero bastante bueno pero no puedo evitar compararlo con los anteriores, y en dicha comparación, sale perdiendo.

Los personajes resultan creíbles en general, quizás demasiado tranquilos o abandonados a su suerte para hallarse en la situación en que se encuentran pero, al fin y al cabo, no desentonan. Sinceramente, creo que Joyce no ha creado una novela de personajes, pues resultan algo planos. Para suavizar algo esta linealidad, se nos intenta acercar a ciertos momentos del pasado con el fin de profundizar  algo en su personalidad pero, para mi, para lo que es esta novela, están suficientemente bien sin más miramientos. En mi opinión no se necesita una mayor complejidad de los mismos, pues la gracia está en la situación, en el escenario, en la descripción de los paisajes, que puede resultar tan bella como aterradora.

En mi opinión Joyce nos ofrece una alegoría sobre la vida y nos insta a aprovecharla al máximo.

"Debes aferrarte a cada momento de la vida, Zoe, porque la vida se escapa, se escapa muy deprisa."

En repetidas ocasiones nos recuerda acciones del pasado que se podían haber evitado; cosas que no se han hecho; o sabores, olores y experiencias que se han perdido. De hecho, el final no es sino esto: una nueva oportunidad de vivir la vida, ahora sabiendo que en cualquier momento se puede acabar.


En general, y aunque pueda no parecerlo, me ha parecido una bonita novela. Agradable, entretenida, con su puntito de tensión, muy amena, fácil de leer y, bien escrita. En definitiva, una novela muy recomendable.

jueves, 6 de septiembre de 2012

1280 almas

 Me gusta la novela negra aunque, he de reconocer que, no desde hace demasiado tiempo. De hecho, de un tiempo a esta parte, mi pasión por la literatura de fantasía de corte épico-medieval empieza a decaer de forma inversamente proporcional a mi interés por el resto de géneros literarios, incluido el género policíaco y/o negro. Por este motivo aún no he leído bastante de este campo como para considerarme siquiera un iniciado y, por tanto, no había oído hablar de Jim Thompson hasta que me lo cruce por pura casualidad en la red de Anobii y vi que varios de mis vecinos consideraban 120, una novelaza. Posteriormente me informe un poco y pude ver que 1280 almas, de Jim Thompson estaba considerada como una de las mejores novelas de la historia de este tipo, tan sólo detrás de autores de la talla de Dashiell Hammett y Raymond Chandler. Suficiente para mi y tentarme a leer de cabeza la novela en cuestión.

1280 almas no tiene una trama como tal, más bien nos presenta la vida de Nick Corey, Sheriff de Potts County, y su filosofía de vida. como se las apaña para pasar como un pobre tonto y cobarde mientras consigue ser reelegido como Sheriff y hace todo lo que se le antoja.

Jim Thompson, con una prosa ágil y muy sencilla nos engaña muy pronto y nos mete en la piel de un sheriff a quien es fácil tomar cariño y considerar un pobre tontorrón de quien todo el mundo se aprovecha. Pero de buenas a primeras, con un corte de manga nos encontramos con que nuestro pobre y desgraciado protagonista es un grandísimo H. de la Gran P., que no sólo tiene engañado a todo el pueblo sino también a nosotros. Un personaje mujeriego, cínico, calculador, mezquino y, si hace falta, sólo si hace falta, cruel, lleva toda la trama de la novela y, es esta situación, este antihéroe corrupto (que en estos tiempos ya no nos sorprende), lo que nos hace seguir leyendo y querer saber como se lo monta para candidatura tras candidatura seguir saliendo elegido en su puesto y, como se las apaña para sortear a su mujer y amantes. Esto aporta diverso grado de diversión pues nos encontramos ante un auténtico semental capaz de hacer disfrutar a buena parte del sexo femenino del pueblo y de jugársela al resto de la población y, salir indemne.
Veremos así como es capaz de sortear el juego entre sus amantes sin que le descubran o de conseguir convencer a un compañero de que él es el verdugo de un asesinato que no ha cometido, o como acaba con la vida de varias personas sin que se le impute el acto, simplemente por su reputación de tonto; o de como consigue convencer a todo el pueblo de que su contrincante en las elecciones de un peligrosísimo individuo.

1280 almas, número de habitantes de Potts County, es una novela basada en el dicho "no todo es lo que parece" y que nos muestra que el Ser Humano puede ser mucho más mezquino de lo que lleguemos a imaginar si redunda en su beneficio.
Una novela con la que me lo he pasado realmente bien, y he de recomendar pues se bebe en un suspiro, pero que, sinceramente, me ha aportado poco más que entretenimiento.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

El coleccionista de sellos

 Bueno, pues ya estamos de vuelta. Después de una vacaciones, cortas, como siempre, pero que me han sentado de escándalo, vuelvo cargado de reseñas pendientes: Ya tengo seis en espera de manuscribir. Vamos allá con la primera y a ver si esta vez me doy prisa y consigo sacarlas todas antes de que acabe el mes.
Tenía ganas de reencontrarme con Cesar Mallorquí, pues El círculo de Jericó me dejó con ganas de más, pero mi pila es tan larga que me ha costado encontrar el hueco. Ha sido la reedición de El coleccionista de sellos, por Alberto Santos, quien me ha proporcionado el interés suficiente para desbancar a algún otro de su puesto y rellenarlo con el del autor catalán.

La sucesión de varios asesinatos en el Madrid del 39 cuyo único punto de conexión es la afición por la filatelia de los finados pone en marcha al comisario Telmo Vega en busca del asesino. La investigación es difícil, pues son pocas las pistas y la situación político-social anda más que revuelta, pero poco a poco será guiado hasta su resolución, encontrando un móvil que dista mucho de ser creíble.

Mallorquí teje una original ucronía en tres actos. Tres que son uno y tres a la vez, pues todos ellos narran la misma historia pero desde diferentes perspectivas.
usando como base el mismo móvil para el asesinato y los mismos personajes, modifica la situación política de España en aquella época, alterando la personalidad de los protagonistas y, por tanto, sus metas.
Si bien una vez queda resuelta la primera historia ya conoceremos el trasfondo de las dos restantes, la alteración del hilo argumental en base al conocimiento adquirido por el relato anterior modifica los detalles y la personalidad hasta el punto de parecer historias diferentes. Historias con un trasfondo especulativo más que interesante y que nos obligan a preguntarnos con respecto a la alteración de nuestro pasado y de nuestra personalidad al conocer hechos futuros: Será el conocimiento del pasado o futuro reciente el que nos conduzca a la siguiente narración de la misma historia, bordeando el peligro de la paradoja pero sin entrar en complejidades técnicas y, por lo tanto, no dejando un amargo sabor de boca sino todo lo contrario. 
Otro punto favorable estriba en la prosa de Cesar Mallorquí, que con su característica elegancia logra que, a pesar de conocer el argumento, en ningún momento se pierda la fluidez ni se genere pesadez pues, en cada caso, el autor sustituye tan sólo los detalles suficientes como para captar la curiosidad del lector con objeto de conocer el desenlace el caso.
Constituye esto último un ejercicio muy interesante, el observar como con cada narración cambia la personalidad de los protagonistas y, por tanto, su modo de actuar obliga a efectuar comparativas entre las tres historias y visualizar las diferencias entre ambas de forma muy sutil.
De esta forma, podemos observar el progreso en la personalidad del comisario Vega, de un policía amargado y hundido por la muerte de su esposa, a uno cínico y vengativo por el mismo motivo, y a otro que huye de la involucración personal en el caso, en aras de salvarse junto a su esposa. Igualmente se puede hacer con el resto de los compañeros del comisario y observar sus cambios.

Como he dicho antes, nos encontramos ante una ucronía en la que sorprende por su originalidad el tratamiento que Mallorquí hace de la misma, al encararnos en primera instancia con una España que nunca existió, para posteriormente, en la segunda historia hacer que las cosas vuelvan a su cauce y los hechos sean más conocidos por todos.

En definitiva, estamos ante una novela que se lee de una sentada, no exenta de originalidad en su concepción y rica en matices pese a su corta longitud. En mi opinión una novela muy agradable y bien escrita, que no es poco.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Chasing Amy (1997)


Que el señor Kevin Smith no es santo de mi devoción es un hecho que nunca he tratado de ocultar, el tipo no ha dejado de darme la razón dando un palo de ciego tras otro desde hace ya muchos años (¿álguien dijo "vaya par de polis"?). Por eso a algunos le sonará realmente extraño que yo vaya a dedicar unas palabras a una de sus obras, cenit de su currículo y muestra ejemplar de lo que su estilo puede dar de sí. Chasing amy goza de todo lo expuesto por Kevin Smith con anterioridad. Lenguaje soez, diálogos punzantes, comics y si, Jay y Bob. Su aparición es oro puro, aunque a algunos les hubiese gustado que se quedasen un ratito mas. De haber continuado por esta senda en sus futuros largos, el señor Smith podría habernos deparado grandes momentos, pero parece que expuso tanto aquí que lo que vino despues nos supo a poco. Aún con todo, solo por Chasing Amy ya se merece mi respeto.

Holden (Ben Affleck) y Banky (Jason Lee) son dos amigos autores de ”Bluntman and Chronic”, comic de moda entre la juventud. Durante una convención anual conocen a Alyssa (Joey Lauren Adams), otra artista por la que Holden se sentirá inmediatamente atraído. Sin embargo, cuando se entera de que Alyssa es homosexual ya es tarde. Su reloj se ha puesto en movimiento y no esta dispuesto a echarse a un lado.

Smith sabe tapar sus limitaciones en la dirección habilmente, hilando un inspiradísimo guión donde hay sitio para todo. Secuencias hilarantes como el excepcional pique entre Banky y un seguidor al comenzar la cinta,  la convención de su amigo Hooper x (probablemente el personaje mas especial del film) en defensa de los sus hermanos de color o la mencionada aparición de Jay y Bob "el silencioso" no son más que unos pocos de los gratos y divertidos momentos que aquí se encuentran. Banky se lleva la mayoría de ellos, y es que el amigo inseparable de Holden es pieza clave en su relación con Alyssa. Smith sin embargo mezcla esto con momentos realmente descorazonadores, destacando en ellos la tremenda fuerza de la naturaleza que es Joey Lauren Adams. Quizás algo sobreactuada en alguna ocasión pero que da el do de pecho cuando el momento lo requiere. La pasión con la que encarna a su personaje puede dejarte sin aliento.

A muchos no les valdrá esto. Es evidente que la película tiene carencias. El trabajo en la dirección es muy mejorable (en ocasiones parece que estemos más ante una obra de teatro que ante un largometraje), las interpretaciones podrían ser mas convincentes, y esa banda sonora con tufillo a teleserie hará huir a muchos. Pero quien se quede lo hará por lo afilado del guión de Kevin Smith y por algo que no tienen otras de sus películas: alma.

Chasing Amy te gustará si disfrutastes del humor ácido y los chistes fáciles y groseros de Clerks o Mallrats, pero si muestras flaqueza, Holden, Alyssa y Banky te atravesarán el corazon para siempre.  


La cita:
   Hooper X: "...y luego está Darth Vader, el hermano mas negro de la galaxia, un dios nubio..."
   Banky: "¿Qué es un nubio?"
   Hooper X: "¡Cierra la puta boca!"

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