martes, 17 de julio de 2012

El castillo de Otranto

 Tenía en mente leer El castillo de Otranto de Walpole desde que el año pasado leí El castillo de Eppstein, de Dumas.
Me atraía el leer una novela considerad emblema de la literatura gótica, y con el recuerdo del magnífico sabor que me dejó la novela de Dumas sentía la necesidad de comparar. En este sentido, he de decir, que no existe demasiada similitud entre ambas obras, lo que más me gustó de Eppstein, no existe en Otranto.

Próximos a celebrarse los esponsales de Conrado de Otranto con la bella Isabella de Vicenza, que unirá a los dos condados, el príncipe muere en misteriosas circunstancias.
Teodoro, un campesino de paso, es acusado del vil asesinato y encerrado en las mazmorras.
Manfredo, padre de Conrado, ve como se desvanece el futuro de su linaje, pues no posee otro hijo varón y su mujer no puede darle más hijos. Ante este problema se le ocurre desposar él mismo a la que debiera haber sido su nuera, previo divorcio de su esposa, Hipólita.
Teodoro ayudará a escapar a Isabella, que se refugiará en el convento próximo. posteriormente, la irrupción del padre Jerónimo en escena, del enamoramiento que surge entre Teodoro y Matilda, la hija de Manfredo, y de la llegada de los caballeros del padre de Isabella, se precipitará la situación hasta dar lugar a acontecimientos inesperados.

El castillo de Otranto constituye el inicio de las novelas llamadas de Terror gótico, aunque determinados elementos de su construcción, como pudiera ser la época en la que transcurre y el ambiente, hacen que esta etiqueta no se adapte del todo y, en muchas ocasiones, se la etiquete como Terror romántico.
A pesar de todo contiene los ingredientes necesarios para pertenecer por derecho propio a este género y, si bien es cierto, que los años han hecho mella en la novela y que hoy en día no pasa de una novela entretenida, constituye aun así una fantástica experiencia, tanto para los ocasionales como para los más avezados lectores.

El leit-motiv de la historia no puede ser otro que la maldición del castillo, maldición que gira en torno al dueto formado por Manfredo y Alfonso, el anterior conde de Otranto. La relación causa-efecto queda patente en el asesinato de Alfonso durante las cruzadas y la usurpación del señorío por parte de Manfredo.
A partir de aquí y con motivo de la boda del hijo se desencadenarán ciertos contratiempos, tal vez demasiado espontáneos por parte del autor, y utilizados a modo de Deux ex machina, que acabarán relatando la verdadera historia de esta traición, aunque la antigua candidez de que hace gala la historia nos permitirá enhebrarla con anterioridad.
Nos encontramos por tanto con gran parte de los ingredientes que posteriormente se desarrollarán a placer en la literatura gótica y romántica del siglo XVIII y principios del XIX: castillos encantados, fantasmas, duelos, amor, odio, envidia, lujuria, traición, perdón, muerte, etc.
Es cierto que resulta un poco coja, tanto en su trama, poco original, como en su ejecución, con un estilo apresurado y demasiado rápido, espontáneo en demasiadas ocasiones y mal rematado por tanto. Pero la sencillez de dicha trama, unida a la rapidez con que suceden los hechos, y el intento de uno mismo por situar la mente en aquella época e intentar disfrutar de algo que, hoy, más que miedo produciría risa, hacen de esta novelita una obra bastante disfrutable aunque algo floja.

Los personajes son, por tanto, demasiado cándidos e inocentes y parecen actuar de forma demasiado rígida, como si realmente estuviesen siguiendo un guión de teatro.
La candidez de Teodoro, Matilda o Isabella entroncan inversamente con la perfidia de Manfredo, ocasionando un desenlace típico del romanticismo del XIX.

Esperaba algo más parecido al castillo de Eppstein, pero la pluma de Dumas, en mi opinión, no es comparable a la de Walpole, y ni la poesía del uno lo es a la prosa del otro por más que varias escenas parezcan realmente teatrales.
Tampoco veo de forma tan clara las apariciones fantasmagóricas que esperaba, salvo en los ya mencionado momentos sacados ex-profeso para dar un giro a la trama hacia un rumbo determinado.
No obstante, y pese a estos apuntes, la obra tiene un estilo propio, directo y veloz que apresura los acontecimientos y no aburre en absoluto.

Tal vez no sea la mejor obra de este estilo que existe, habida cuenta del tiempo transcurrido y como los autores posteriores han podido mejorarla, pero resulta imprescindible para entender el movimiento que suscitó.

miércoles, 11 de julio de 2012

Moon (2009)

Fantástico debut en la dirección de Duncan Jones, autor de la mas reciente e irregular "Código fuente". Sin trucos. Sin artificios. Moon no los necesita para ser una fresca, novedosa y evocadora película de ciencia-ficción.


En un futuro no muy lejano, el hombre encuentra en la Luna una fuente inagotable de energía solar que puede ser extraída de las rocas lunares para su transporte y servicio en la Tierra. Sam Bell cumple en pocos días sus tres largos años de contrato en la estación de recolección de Lunar Industries, con la única compañía de un robot parlante, acercándose por tanto su ansiado y esperado retorno a su hogar.  Su mujer y su hija le esperan. Ya es hora de volver a casa. Sin embargo, poco se esperaba Sam tener un accidente justo en ese momento, y, tras recuperar la conciencia, enfrentarse a algo con lo que no imaginaba. No está solo.

Éste es el punto de partida que Moon nos propone y, con todo el juego que ello pudiera dar, no se nos intenta marear con una serie de interrogantes a cada cual mas misterioso, ni trata de sorprendernos con una vuelta de tuerca tras otra, esas no son sus señas. De hecho, sus cartas son mostradas bien pronto. Duncan coge un puñado de elementos y envuelve con ellos el film para transformar "2001: Una odisea en el espacio" en un drama de lo mas humano. No, no estoy diciendo que sea una copia barata y lacrimosa de la obra de Kubrick, de hecho se parecen como un huevo a una castaña, pero bien es cierto que mucho recuerda a ésta. El ejemplo mas claro: Gerty, IA de la estación lunar y que acompañará a Sam en toda la película, nos trae a la memoria inevitablemente a HAL 9000, Inteligencia robótica de la película de Kubrick. Por otra parte, las miras de Moon son mucho mas limitadas, no pasará a ser trascendental. Duncan trata de ofrecernos una buena película de ciencia-ficción a la vieja usanza , apenas sin efectos especiales, y es quizás esto lo que hace a Moon tan especial.


Imprescindible hablar de otro Sam, Rockwell, que pone carne y voz a su homónimo en la pantalla. Pues bien, su trabajo aquí es enorme. Se carga en la espalda todo el peso de la cinta, y es que salvo contadas apariciones y la mencionada presencia de Gerty, doblada en su versión inglesa por un ilustre como Kevin Spacey, sera él protagonista absoluto del largometraje. Rockwell supera el reto con creces, y nos demuestra un talento que mas quisieran para sí colegas suyos de mucho mayor caché.

Y hablando de nombres ilustres, no se puede olvidar uno de Clint Mansell, compositor de la banda sonora de Réquiem por un sueño entre otras y que aquí conforma uno de sus mejores trabajos. No disfrutaríamos de Moon plenamente sin su música. Ni viceversa. Me va a costar quitarme de la cabeza las composiciones del señor Mansell, aunque, por otra parte, tampoco es que quiera.

Como único pero, destacar que la versión doblada sale perdiendo aquí con la original mas de lo normal en estos casos. El trabajo no pasa del correcto, y es una pena no poder encontrar un doblaje a la altura de lo mostrado por Sam Rockwell.

Para el recuerdo nos quedan escenas como esa desoladora imagen del vehículo lunar con la esfera terrestre como telón de fondo, o el descubrimiento de la "sala secreta".Moon esconde mucho y bueno, pero para eso hay que pagar cierto peaje y tener algo de paciencia. Quien esté dispuesto a la espera encontrará un tesoro.

La Cita:

    Sam Bell: "Quiero Chocolate. Ya eres bastante dulce. No necesitas Chocolate "

Ambrose Bierce y la reina de picas

 La valía de Valdemar, junto a la supuesta buena escritura de Oakley Hall, y a un título en el que Ambrose Bierce parte como protagonista fueron acicates suficientes para lanzarme a la aventura de leer este libro. No he leído gran cosa de Bierce, pero su cercanía con Lovecraft o Poe siempre me ha resultado interesante y me ha gustado, por lo que en cuanto vi el título ni lo dudé.

En el San Francisco decimonónico se están cometiendo varios asesinatos alarmantes. Varias prostitutas aparecen muertas y destripadas. Un naipe del palo de picas corona cada asesinato.
Los periodistas Ambrose bierce y Tom Redmond investigarán por su cuenta el caso y descubrirán la relación que guardan los asesinatos con los miembros fundadores de la antigua mina de oro "Jota de Picas".

Tras las buenas críticas que recibió Warlock, novela que tengo pendiente leer, esperaba algo más de Oakley Hall. A ver, no es que no me haya  gustado, pero me ha defraudado un pelín. Esta novela presenta varios aciertos, pero no deja de ser una novela de entretenimiento con misterio al uso.

El lenguaje sencillo y fluido de Hall consiguen una novela dinámica que se lee con rapidez y en la que resulta difícil perder el hilo.
Oakley Hall nos mete de lleno en los bajos fondos del San Francisco del XIX para hacernos disfrutar con los vicios y las extravagancias de las clases más adineradas. Así conoceremos barrios sórdidos junto a zonas residenciales y ricas, al tiempo que a las otroramente prosperas minas de oro.
La descripción de esta época, con sus claros y oscuros, la corrupción de las clases pudientes y los andares de un país que luchaba por utilizar su industria para convertirse en una gran potencia, nos acerca a los albores de lo que debieron ser aquellos inicios de la América que todos conocemos, algo en lo que el señor Hall destaca, pues consigue sumergirnos en el ambiente de tabernas, mamporros por la espalda, prostitutas en la calle y de lujo, muchachos vendiendo periódicos llenos de noticias de corrupción, políticos que la practican, minas de oro y un ferrocarril que quiere atravesar toda América y, en la sombra, gobernar el país.

Los personajes están bien conseguidos en general, tanto los miembros del club Jota de Picas, como el Sargento Pussey, Tom Redmond o el propio Ambrose Bierce, aunque en el caso de este último, como protagonista del título, nos encontramos con un hombre realmente amargado, machista y violento, mujeriego y cruel, cínico, obsesionado con la corrupción de los fundadores del ferrocarril y de los miembros de la clase política.
En realidad su función es principalmente la de ofrecer el soporte para la ambientación de la crónica social, pues la investigación corre casi por completo a cargo de su ayudante, Tom Redmond, y no será hasta el esclarecimiento del misterio que el Sr. Bierce utilice su instinto detectivesco para desentrañarlo.
En general la trama es consistente y coherente y además de la buena documentación se observa el interés del autor por crear un misterio complejo y que, a modo de homenaje, entrañe una resolución holmesiana, aunque no lo consigue del todo y determinados flecos sueltos hacen intuir el desenlace al lector.
Como dato curioso, decir que cada capítulo está precedido de una definición extraída directamente del Diccionario del Diablo de Bierce, y cada una de ellas constituye una pequeña joyita de agudeza e ingenio.

En conjunto se trata de una buena novela de entretenimiento. Rápida de leer y bien escrita, aunque mucho me temo que no tardaré demasiado en olvidarla.

lunes, 2 de julio de 2012

Tintín y el secreto del Unicornio


 En pleno 2012, si uno tira de memoria, se le ocurren pocas obras literarias, cómics, videojuegos o incluso series de televisión, que aún no hayan sido llevadas, ya sea con mayor o menor acierto, a la gran pantalla. Parece que las historias genuinas escasean y tenemos que lidiar cada poco tiempo con una nueva muestra de que lo que ya es conocido por todos resulta mucho mas rentable, más, si los nombres que aparecen tras las lineas de créditos son los de Steven Spielberg como director y Peter Jackson, entre otros, como productor. Por lo tanto, ante tal premisa, y admitiendo que desconozco prácticamente en su totalidad de la obra de Hergé, me dije a mí mismo que debía obviar esto y disponerme a ver "Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio" sin que aquello afectase a mi valoración. Y gracias a dios que lo hice, pues pronto uno se da cuenta que al menos aquí la revisión se ha hecho con estilo, y eso, en nuestros tiempos, sí que escasea.

Para empezar, lo evidente: el filme entra por los ojos. La elección de llevar la novela gráfica a este formato es, en mi opinión, idónea. No solo el título es muy impactante en cuanto a su acabado técnico sino que además logra que uno se adentre en el universo Tintín sin parpadear. Y es que, al igual que le ocurre al Capitán Haddock tratando descifrar los secretos de sus antepasados, a menudo nos encontraremos preguntándonos si lo que vemos es real, o por el contrario, es que ya hemos bebido demasiado Ron. Ya desde los créditos iniciales, donde Spielbreg da aquí una concesión a Hergé con una intro mucho mas emparejada con el cómic, la pelicula desprende una imaginería visual inagotable.
Por otra parte, esto, que es solo la envoltura, no es mas que el vehículo que utiliza el director para conducir una película plenamente disfrutable. Spielberg lleva el género de aventuras impregnado en su ADN, de eso no hay duda, y aunque por momentos parezca que estemos ante una nueva secuela de su mas afamada creación (Indiana Jones), dota al conjunto de personalidad propia. Sin embargo, en determinadas escenas este espíritu aventurero se deja llevar a si mismo y eso nos gratifica con varias escenas donde lo artificioso resulta tan abundante que alcanza a lo cotidiano. Véanse las escenas en el avión o en el puerto, y en menor medida, la batalla a lo Transformers del final. Estos deslices restan puntos al conjunto, pues la cinta no necesita de tales trucos para resultar atractiva.

En lo que respecta a los personajes, sin juzgar si sus recreaciones sobre el cómic están mas o menos acertadas, son dignos de mención Andy Serkis como El capitán Haddock y Jamie Bell en la piel de Tintín, los cuales a mi parecer encajan como un guante, regalándonos secuencias y conversaciones de mucho calibre y formando un duo protagonista muy compacto. En cuanto al plantel restante, todos rayan a buen nivel, incluso personajes de menor importancia en la trama pero que son esencia pura de la obra como los detectives Hernandez y Fernandez.

Con todo esto, al final Spielberg logra dar con un combo que funciona, y si uno deja pasar por alto , no sin arquear las cejas, ciertos deslices en su desarrollo, puede pasar un gran rato siguiendo las aventuras del chico rubio del flequillo.


     Tintín: Capitán, ¿puede llevarnos a Bagghar?
     Haddock: ¿Pero que clase de pregunta es ésa? ¡Dame esos remos! ¡Te enseñaré lo que es    navegar! ¡A mí no me cuestiona un mequetrefe pelirrojo y su perro insufrible!






Por: Daniel García

domingo, 1 de julio de 2012

Nueva Sección: cine

En estas últimas semanas comenzaba a madurar en mi, la idea de poner un punto y aparte en el blog. La fecha indicada se encaminaba hacia el momento en que, dentro de varios meses, cumpliese 3 años como autor de este blog.
Los motivos eran (o son) varios: cansancio, desilusión ante las metas conseguidas, falta de incentivo, ausencia de mejora en mis escritos. En definitiva, todos son el mismo: mi intención no era hacer un blog con entradas a tutiplen e hiperconocido, simplemente quería escribir lo que me gustaba y que alguien lo viese, pero con el tiempo, he visto que tras 100 libros reseñados (+ ó -) no encuentro evolución en mis trabajos.
Además de esto también llevaba bastante tiempo considerando que no ofrecía demasiado, que las actualizaciones del blog eran pocas y tras solicitar varias colaboraciones para que el blog tuviese un mayor dinamismo, me encontraba con que siempre se me daba un sí por respuesta (hasta en tres ocasiones) pero los meses pasaban y la colaboración no llegaba, hasta que por fin, 6 meses más tarde, uno de mis hermanos ha decidido colaborar conmigo escribiendo reseñas de cine. Aunque en su momento he escrito un par de cosillas de cine, no eran nada serio, sino simples opiniones personales sin fundamento cinéfilo, más bien, opiniones basadas en emociones.
Por ello, he decidido abrir una nueva sección de cine, comandada por mi hermano Dani (Gorkarelo, como le conocen todos). Desconozco aún la implicación que tendrá: si escribirá sobre una película por semana, mes o una y no más Santo Tomás, el caso es que la primera está ya sobre mi escritorio pendiente de ser  tecleada.

Esto me da ciertas fuerzas y me anima a seguir adelante. No tengo claro si en un futuro próximo decidiré darme un respiro: un punto y aparto, o un punto y seguido y el rumbo que acabará tomando esto, lo que tengo claro es que, de momento, seguimos adelante, ahora como un blog más familiar y donde ya no sólo tiene cabida la literatura sino también el cine.
A alguno de mis lectores sé que le gustará esta nueva sección, espero que al menos a Neovallense.

Bueno, eso es todo por hoy. Mañana la primera crítica que, aunque se trate de una película estrenada hace un año, me hace ilusión incluirla en este, hasta ahora, solitario blog de literatura.

Espero que os guste.


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