domingo, 3 de febrero de 2013

Micro


 Cuando Plaza y Janés me ofreció este libro para reseñar, me pareció una señal caída del cielo. Por un lado, el último libro, inacabado, de un autor que considero muy científico y, por otro lado, un título que me despertaba la vena laboral pues, en ese momento, me encontraba trabajando en un laboratorio de microbiología. Ya no, gracias a los recortes de aquellos que te restringen a ti lo que ellos se "ensobran". Pero bueno, dejemos tan escabroso, indignante y vergonzoso tema y vayamos a lo que nos ocupa, comentar el libro de Michael Crichton.

Michael Crichton y Richard Preston, pues hay que recordar, que el primero murió hace algunos años, y el segundo se encargó de terminar el libro habida cuenta de que su genero literario es similar. En principio creo que ha cumplido bien con su labor pues es difícil distinguir la parte de uno de la del otro, yo al menos no lo he conseguido.
Antes de leer esta reseña, y para que no os pille de sorpresa, he de advertir de que os encontraréis con spoilers descarados, pero en esta ocasión quedaba una reseña muy sosita sin ellos. ¡Advertidos quedáis!

Nanigen MicroTechnologies es una empresa especializada en investigar las sustancias producidas por organismos microscópicos de la selva de Honolulu.
Un grupo de estudiantes postgraduados de Cambridge tiene la oportunidad de visitar las instalaciones de la empresa con la idea de poder unirse al proyecto.
Una vez en destino, y con el desencadenante de la muerte del hermano de uno de ellos (miembro ejecutivo de la empresa), los estudiantes se verán sumidos en una aventura en miniatura que pondrá a prueba sus conocimientos y su instinto de supervivencia.

Lo primero que llama la atención de micro es la facilidad para su lectura. Crichton-Preston han sabido hacer que pese a la base científica subyacente, los conceptos se desgranen como semillas que no entorpecen para nada la lectura. De tal modo que no es necesario poseer un vasto acervo científico para seguir el hilo narrativo, ni existen farragosas explicaciones que generen la típica mueca de cejas arriba, ojos como platos y caída de mandíbula propia de no haber entendido nada. A pesar de esta sencillez aparente, es cierto que los conceptos científicos basados en biotecnología y biomedicina están muy bien fundamentados y documentados.
Por otro lado, la facilidad de lectura se complementa con el estilo narrativo de Crichton, que une a su faceta de divulgador la de narrador que pretende llegar a todos de una forma rápida, con frases de rápida lectura que no entorpecidas por vocablos complicados ni por escenas farragosas. Si a esto le unimos que tras el primer cuarto de libro se puede observar claramente que nos encontramos en una aventura del estilo de El chip prodigioso, llena de peligros que en condiciones normales no lo serían y de la necesidad de utilizar la cabeza para escapar de estos peligros junto a un "malo" intentando dificultar la supervivencia de los protagonistas, estamos ante una novela que engancha y hace avanzar las páginas con pasmosa fluidez.

Micro tiene aspectos positivos, tantos como negativos. Para empezar diré que es muy sencillo entrar en la historia. Crichton-Preston tejen el suficiente misterio en el capítulo introductorio como para querer más. Rápidamente es fácil ver que Nanigen Microtechnologies no es exactamente lo que parece, y nos encontramos metidos en un pseudo-thriller tecnológico en el que la avaricia del ejecutivo jefe pasa por encima de la vida del resto.
De este modo, los personajes serán convertidos en seres de apenas dos centímetros de alto, por medio de un complejo mecanismo electromagnético llamado campo tensor, y abandonados en la selva virgen Hawaiana para perecer. Será a partir de este punto donde la novela pasará a ser de aventuras, con un grupo de jóvenes que deben emplear todos sus conocimientos científicos de biología para sobrevivir en el ambiente hostil en el que se encuentran, mientras su enemigo utiliza todos los medios a su alcance para acabar con sus vidas.
Esta parte es ágil y entretenida con todos los ingredientes necesarios para cocinar una buena aventura.
El trasfondo ambiental resulta acertado, y la magnificación del mundo micro, acompañado de leves dosis de ciencia, ayudan al afán entretenedor pero, en ocasiones, resulta difícil hacerse a la idea de la relación de tamaño existente. Por ejemplo, cuesta comprender como un paramecio repta por el brazo de un hombre de dos centímetros, como si de una oruga gigante se tratase.

Crichton-Preston también somete la historia a un par de giros interesantes, normalmente relacionados con la muerte de personajes que se consideraba importantes o  a la aparición de ayudas inesperadas. 
En el lado negativo podemos encontrarnos con la caracterización de los personajes. empezando por el Jefe ejecutivo de Nanigen, el cual interpreta el papel de malo, malísimo. Pero resulta malo, malísimo por lo torpe, ingenuo, previsible y falto de desarrollo.
El resto de los personajes está algo mejor, pero ninguno llega a producir el suficiente interés como para que preocupe su futuro.
A este respecto me da la impresión de que el resultado final de la novela abusa de maniqueismo, marcando exageradamente la bondad o maldad  de los personajes.
En segundo lugar se observan una cierta previsibilidad de la trama y algunos de los puntos que pudieran ser sorpresivos no lo son en absoluto, pues desde el principio resultan obvios.
La novela empieza a decaer hacia la tercera parte, con un final excesivamente apresurado en el que todos los frentes abiertos parecen correr para cerrar la novela.

En general es una novela bastante entretenida, ágil, con algún giro inesperado, de fácil lectura y una trama que engancha, en un conjunto final al que le falta calado pero que ayuda a pasar un buen rato. Perfecta como novela piscinera. En mi caso poco más puedo decir, pero no es poco ¿no?

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