martes, 16 de septiembre de 2014

El país imaginado

No tenía ni idea de que iba este libro. Estoy cansado de decir que me gusta mucho Impedimenta pero este El país imaginado no estaba entre mis futuribles pero, lo vi cortito, y lo cogí prestado en la biblioteca. Oh, que gran sorpresa. Me ha gustado mucho más de lo que esperaba. De nuevo, un libro del que no he oído hablar, no me defrauda sino que me sorprende.

El país imaginado nos cuenta la historia de la pequeña Ling, de 14 años, quien admira a la joven Xiaomei, hija del comerciante ciego Fei Hong.
Xiaomei se convierte en un símbolo de la feminidad para Ling y no entiende que su hermano no se enamore de ella.
Finalmente, los hermanos se enamorarán, pero en ningún caso de quien esperan sus padres que, obligados por la tradición y la superstición, tienen otra visión de las cosas.
Ling se siente además apoyada por las visitas que recibe de su difunta abuela desde el país imaginado de los muertos.

Como ya he dicho al principio, El país imaginado me ha sorprendido gratamente.
Eduardo Berti nos presenta una historia escrita con mucha sensibilidad en la que podemos observar el choque entre la mentalidad de una adolescente y las tradiciones impuestas por una cultura ancestral.
Berti escribe de una forma tranquila y elegante que hace querer avanzar y, en mi caso, te hace sentir relajado. No sé, ha sido una sensación rara. Me ha hecho sentir arropado, abrazado por las palabras.
Los primeros capítulos son los relacionados con la muerte de la abuela. Muerte que actuará a modo de hilo-guía de toda la novela, pues se aparecerá a Ling desde el imaginado país de la muerte y le dará consejos a través de sus palabras.

Los personajes resultan muy bien hilados. Tanto Xiaomei como Ling son personajes sensibles y bien construidos. En el caso de Xiaomei, se trata de un personaje tímido, que inspira cariño y ternura. Ling, en cambio, representa la frescura de la inocencia. Nos aporta un personaje de crecimiento. Ling inspira confianza a la vez que sensibilidad y, a través de sus ojos, podemos percibir el avanzar del pensamiento racional de una niña en una sociedad constreñida por las supersticiones y las tradiciones milenarias.
Ling tiene, además, un hermano ya en etapa juvenil cuyo estilo de vida, pese a estar también retenido por las tradiciones, es más alocado e independiente, como es lógico a su edad. Por un lado tendrá suerte pues se enamorará de una muchacha cuyo casamiento interés a su familia, pero una enfermedad acabará con ella. Esta desgracia hará que este muchacho se convierta también en el protagonista de la escena más macabra y aterradora de la novela: el casamiento con la difunta (¡OJO!, que ya os veo correr para leer esta escena. Macabra y aterradora por lo que representa, no por la forma de narración).

La relación entre Ling y Xiaomei es cada vez más estrecha, hasta el punto de que Ling quedará prendado de ella. Su relación se tornará todo lo cercana que puede estarlo una relación entre dos jóvenes sin que exista contacto carnal aunque, en cierto momento, Xiaomei parecerá sentirse interesada por el hermano de ésta.
Finalmente, y de nuevo ligado a la tradición, las vidas de los tres personajes principales tomarán derroteros distintos, y cada uno de ellos será obligado a casarse por interés con alguien a quien deberá respetar y acabar amando.

La historia está narrada por una Ling adulta, lo que le añade calidad a la historia pues no serán tan sólo los sentimientos de una niña deslumbrada por un amor, sino que se añadirán las impresiones ya objetivas de la mujer adulta en que se ha convertido y con el paso del tiempo y experiencia ha podido pensar en ello.

De nuevo Impedimenta nos trae una magnífica novela cargada de profundidad y de ritos ancestrales. Una novela, de verdad, cargada de sensibilidad y ternura que me ha sorprendido y encantado.
Se lee de un tirón y está muy bien escrita. Hay mucho que leer a pesar del pequeño número de páginas que soportan la historia, por tanto, no puedo hacer otra cosa que recomendarla.
A mi me ha servido para conocer al argentino Eduardo Berti, de quien no sabía absolutamente nada.

sábado, 13 de septiembre de 2014

La increíble historia de la abuela ganster

Bueno, allá vamos, os presento la tercera colaboración de mi hijo Álvaro. En esta ocasión se trata de La increíble historia de la abuela gánster, un libro que le regaló su madre en su cumpleaños. En aquel momento se pilló un mosqueo cojonudo pues no había oído hablar del libro, la portada le parecía feísima y decía que tenía que ser un rollo total. El libro ha estado aparcado en la estantería sin abrir siquiera la portada casi un año, hasta que este verano lo hemos llevado a la playa y, forzándolo, lo he convencido para leerlo. Accedió, pero únicamente si era yo quien se lo leía por las noches. Así lo hemos hecho y el resultado no ha sido el que él esperaba. Os dejo con su opinión.



Me he leído el libro por que mi madre me lo compró por mi cumpleaños. Entonces, en estas vacaciones, mi padre y yo nos hemos decidido a leerlo. Al principio creía que iba a ser un libro muy aburrido, pero a medida que lo vas leyendo se hace más interesante. 

Ben es un niño de 11 años que odia ir a casa de la abuela todos los viernes, por que es muy aburrida debido a que sólo quiere jugar al Scrabble y comer sopa de repollo, ensalada de repollo, tortilla de repollo, crema de repollo, pastel de repollo, etc. Vamos, hay una peste a repollo en la casa que tira para atrás. Ben tiene que ir a casa de su abuela porque sus padres prefieren ir a ver el programa "Baile de estrellas", el cual lo presenta Flavio Flavioli, antes que quedarse con su propio hijo. Pero Ben no sabe una cosa sobre su abuela. ¡Es una ladrona de guante blanco, y el mismo va a protagonizar el robo más osado de la historia. 

Este libro es muy divertido en algunos puntos, pero hay otros también muy tristes. Se lee muy rápido por que las palabras que utiliza son muy fáciles por que son las que dicen los niños hoy en día. Lo que más me ha gustado ha sido cuando Ben planea el robo de las joyas de la corona, utilizando todas sus revistas de fontanería y en el colegio preguntando cosas sobre la Torre de Londres y demásPara terminar, lo que menos me ha gustado ha sido al final por que se te hace un nudo en la garganta. No lo voy a desvelar, aunque seguramente haya quien ya se lo pueda imaginar.
STALACTITA
Comparto su opinión, pero está claro que yo he visto más cosas que él, o al menos, me parecen lo suficientemente importantes como para contarlas.

Un libro que, yo diría, esta indicado para niños de entre 9 y 13 años, menos resultaría aburrido, y más yo creo que sería ñoño, aunque quien sabe, depende del niño en cuestión. 
Recomendaban este libro, en las típicas frases de marketing, comparando a David Walliams con Roahl Dahl. A ver, Roahl Dahl sólo hay uno, y punto. Pero es cierto que Walliams nos ofrece un libro en la línea de aquel, bien escrito y muy apto para los más jóvenes, tanto en estilo como en atractivo pero que, sobre todo, tiene papel didáctico y guarda un mensaje claro y contundente que, no sólo los niños olvidan, sino también los adultos con respecto a sus mayores. 
Es un libro plagado de amor en el que si bien por un lado vemos el desapego que los padres sienten hacia su hijo en base a una pasión (el baile), veremos finalmente que no lo hacen por falta de amor, sino  por que el ritmo de la vida te hace pensar en cosas para tu disfrute e ignorar lo que de verdad tenemos al lado, aquello que realmente nos hace felices con su sola presencia, una presencia que cambia demasiado rápido, hasta que un día desaparece para convertirse en otra cosa. Todos vivimos sumidos en la asquerosa vorágine laboral y queremos nuestros propios ratos de asueto privados pero se nos olvida que el tiempo pasa y la gente a la que queremos, e incluso nosotros mismos, somos simples segundos en el cauce temporal.
Por otro lado, también nos ofrece la visión complementaria pero contraria de la vejez. Aquellos a quienes abandonamos por que tenemos nuestras propias vidas. De quienes nos aprovechamos para lo que nos interesa pero, excusándonos de nuevo, en nuestros "tremendos" quehaceres dedicamos muy poco tiempo. Pero las personas de la llamada tercera edad, viven otro tipo de juventud con los nietos. Ellos ya pasaron por la infancia, la adolescencia, y también por la experiencia de ser padres, ahora quieren otra cosa, pero no nos damos cuenta de esto y despreciamos su dedicación, cuando en realidad no están más que mostrándonos su cariño y darían su vida por nosotros, nietos, e hijos.
Este libro pretende hacer comprender esto a los niños. Los abuelos son gente con vida propia, que tiene cosas que hacer, no tan sólo comer, dormir y esperar la muerte. Quieren disfrutar, sentir y vivir con los niños y, a veces, los sacrificios que hacen para ellos son mucho mayores de lo que pensamos.
Bueno, ya no más, pues al escribir este pequeño trocito, recuero la conclusión del libro, lo hago mío, y se me escapan las lágrimas.

Buenas lecturas y: "Niños del mundo, os recomiendo este libro. Puede parecer aburrido al principio, pero si lo lees con la entonación adecuada y la mente abierta, puede resultar muy divertido."

miércoles, 10 de septiembre de 2014

¡Y van 5!


Pues si, hoy El tintero cumple 5 añitos.
5 añitos con altibajos constantes en los que cuesta mantener el ritmo. 5 añitos de satisfacción personal, aunque también de pereza insufrible que se va tornando inabarcable.
5 añitos que disfruto y celebro con vosotros.

martes, 9 de septiembre de 2014

Las luminosas

Después del potente boca a boca que ha suscitado Las luminosas, de Lauren Beukes, tenía claro que era un libro que tarde o temprano acabaría leyendo.
El libro de Beukes es el tercer libro que leo de la extinta colección fantástica de RBA, y cada vez tengo más claro que abogaban por una literatura de calidad pero de extraña factura. Las tres novelas que he leído arrostran premios consigo pero ninguno de ellos lo recomendaría fervientemente, ni siquiera a lectores habituales  de novelas de género.

Harper Curtis es un hombre violento que de casualidad se encuentra con una casa asombrosa. Una casa con una puerta que permite viajes en el tiempo.
Gracias a ella, Harper volcará su violencia enfermiza en asesinar a muchachas escogidas por poseer una luminosidad especial.
Se convierte así en el asesino perfecto, que mata a través de décadas sin que se le siga la pista.
Hasta que 60 años más tarde en la secuencia temporal real, comete un error que lo pondrá contra la espada y la pared.

Últimamente me siento bastante torpe en lo que a leer se refiere. Lo digo porque son muchos los libros que se me resisten. Con Las luminosas me ha vuelto a suceder lo mismo (tal vez sea que me esté haciendo mayor y me cueste más concentrarme en registros que requieren cierta complejidad intelectual). Un libro que al final me ha gustado pero que se me ha resistido. Me ha costado leerlo.

La novela está repartida en capítulos encabezados por el protagonista de ese capítulo (asesino, víctima o investigadores) y por una fecha: aquella en la que suceden los hechos.
Este estilo de narración hace que la lectura se vuelva más adictiva, pues los capítulos son bastante cortos y el salto entre personajes te hace cambiar de punto de vista continuamente.
No me había acercado anteriormente a la novela y, por tanto, comencé su lectura como cualquier otra novela, y tardé bastante en darme cuenta de que requería de la toma de notas, pues son tantos los saltos temporales que es fácil perderse ya que Harper vuelve en repetidas ocasiones al mismo tiempo a lo largo del libro. La toma de notas, pues Harper deja pistas con cada visita y asesinato, y esas pistas son de nuevo mostradas en el futuro, imagino que debe ayudar mucho a la hora de seguir el hilo y no perderse con las secuencias temporales (como podéis suponer, yo no tomé notas, y me arrepiento).

La trama ha discurrido mucho más lenta de lo que esperaba y, si bien es cierto que, resulta muy interesante y da que pensar acerca del uso de un viaje temporal, la acción transcurre lentamente y creo que se bordea peligrosamente el límite de la paradoja temporal en la conclusión de la novela.
Es cierto que las últimas 100 páginas resultan muy satisfactorias pues la novela funciona más ágilmente y ya se ha cogido el tranquillo al estilo y la trama.
Una trama soportada principalmente por dos figuras, Harper y Kirby, personajes con carácter y presencia. Ambos muy bien definidos y con mucha fuerza.
Estos dos personajes ofrecen la carga de tensión y acción necesaria para llamar la atención del lector, ya que nos encontramos ante un juego bilateral en el que el criminal intenta rematar a la víctima cuyo asesinato resultó fallido y, a su vez, la víctima se embarca en una investigación a través del tiempo para cazar a su presunto asesino.
La verdad es que uno de los motivos principales por los que he acabado la novela era que estaba muy intrigado por Las luminosas del título. Necesitaba saber a que se refería Harper con la luminosidad de las elegidas pero creo que, al final, me he quedado con las ganas. Nada de esto se explica, y creo que realmente no es más que la excusa para matar de la perturbada y calenturienta mente de un hombre que siente un profundo placer sexual al recordar sus asesinatos.

En definitiva, no siento necesidad de añadir mucho más. Se trata de una novela interesante, de lectura no demasiado fácil y que invita al lector al juego de pistas a través del tiempo y que, una vez acabado, ha dejado un buen poso en mi memoria (de hecho, mejora con el paso del tiempo) pero, como dije al principio, no es una novela que recomendaría a cualquiera.

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