martes, 29 de julio de 2014

Entre extraños

Segundo libro que leo de la extinta colección fantástica de RBA. El primero, Osama, no me gustó. El segundo, me ha dejado un regusto agridulce. 
Me gusta Jo Walton. Me gustó con Garras y Colmillos y me encantó con El círculo de Farthing. Con Entre extraños se adentra un paso más en los límites entre los géneros, consiguiendo una novela muy difícil de encasillar, y que alcanza cotas de alta literatura. 
Pero pese a estas palabras de alabanza no puedo decir que todo sea oro. Me he quedado entre el sol y la sombra, pues me ha gustado mucho, pero reconozco que se me ha hecho muy cansina también.
¿Incongruente? Tal vez, pero de todo hay en la viña del Señor.

Morwenna, Mor, es una adolescente que ha tenido que huir de su madre.
Tras el enfrentamiento de Mor y su hermana gemela (también llamada Mor), con su madre, una malvada bruja, como la define Mor, nuestra protagonista saldrá malparada, con un bastón que deberá llevar de por vida, mientras que la peor parte se la llevará su hermana, que acabará muerta.
Morwenna huirá de su Gales natal para refugiarse en Inglaterra, en casa de su padre, Daniel. Un padre a quien hace mucho que no ve y apenas recuerda. Allí convivirá también con sus tías (brujas también, según ella), y será internada en el colegio apea señorita de Arlinghurst, donde deberá estudiar para sacar provecho de su vida.
Es en este ambiente donde nos encontramos con una niña que se siente diferente a todos y se encuentra completamente rodeada de extraños.


Nos encontramos ante una novela ampliamente galardonada, de la que se ha escrito mucho ya y que, evidentemente, ha generado mucha controversia, pues son tantos los admiradores como los detractores. No se si merecerá tanto premio pero no puedo ignorar que se trata de una novela de gran calidad.
Walton escribe meticulosa y elegantemente, de forma concisa y serena, cayendo (para mi gusto) en algún momento, en una excesiva frialdad.
Estructurada a modo de diario, cada una de las entradas nos muestra la vida vista desde el cristal por el que mira su narradora, Morwenna. Una narradora que resulta difícil creer en la fidelidad d ellos hechos que narra. Una muchacha retraída, objeto de burlas por parte de sus compañeras, en virtud de su acento y de sus diferentes gustos, pero avanzada para su edad, pues parece haber vivido experiencias muy especiales.
Morwenna se siente entre extraños, ya sean estos sus tíos, sus compañeras de escuela, o los libros que va leyendo, pues Morwenna es, ante todo, una lectora voraz, de esas que todos aquellos que disfrutamos con la lectura quisiéramos ser. Una friki la llamaríamos hoy día a tenor de la pasión que siente por la ciencia ficción.
Una ciencia ficción que iremos recorriendo con ella a través de sus entradas, pues gracias a los prestamos bibliotecarios y a las librerías, Morwenna dispondrá de continuos libros para leer que nos irá indicando, al tiempo que sin pelos en la lengua aportará sus opciones aceda de autores como Tolkien, Samuel R. Delany, Hainlein, Le Guin, y un largo etcétera. Opiniones y gustos que imagino corresponden con los de la autora de la novela.
Es por ello que no yerran quien consideran esta novela como un catálogo de la literatura de ciencia ficción de los 60s y 70s, pues al acabar su lectura habrán pasado por sus páginas más de 150 novelas de género.
Y es en este punto donde te paras a pensar "¿tiene razón sobre Heinlein? ¿Y sobre Dick? Bueno, yo no lo habría visto así pero, en realidad ¿Qué es lo que yo he leído? Esto es la historia de la Ci-Fi y no he leído casi nada."
Me he sentido en este aspecto muy identificado con la protagonista, pero no cuando yo tenía su edad, sino ahora, cuarentón de pro. Es ahora cuando ansío soledad y tranquilidad. Cuando busco la palabra escrita y me acongojo ante la enormidad de páginas que pueblan un mundo que sólo quiero conocer a través de ellas. Un mundo, otros mundos, muchos otros mundos.

Pero Mor tiene otra faceta más, la mágica, pues dice poder ver y comunicarse con las hadas. Dice poder hacer magia a través de hechizos tan sencillos como caprichosos, pero que en casi todos los casos son perfectamente explicables sin recurrir a la magia.
Hadas y magia que tan sólo ve ella y que Walton se encarga de describir a través de neblinas de ahumadas que ofuscan nuestra mente y resultan confusos hasta el punto de no tener claro si todo es tan real como Mor lo cuenta o si no es más que la fantasía de una mente adolescente enajenada y ansiosa por vivir una vida plena y con sentido más allá del ordinario.
He aquí donde se encuentra uno de los puntos fuertes de la novela, pues Walton nos mantiene siempre en la duda. Nunca se tiene claro si la propia historia de Mor es real o fruto de la situación que vive, pues no olvidemos que lo que realmente se esconde detrás de esta novela es el crecimiento de Mor, el ascenso a la madurez tanto física como mental de una muchacha impedida físicamente en un ambiente poco familiar, rodeado de extraños y encerrada en su propio mundo en virtud de sus diferentes gustos.
Un crecimiento en el que veremos sus claros ideales que la convierten en madura para su edad, asistiremos al despertar de su apetito sexual, a los celos de adolescencia, y a la alegría d encontrar alguien con quien compartir aficiones, alguien que te hace no sentirte tan solo en el mundo.

Se me acaban las palabras, y probablemente me quede algo en el tintero, pues he tardado muchos días en escribir la reseña y algunas ideas que me han recorrido la bóveda craneal las he perdido por no apuntarlas pero, sobre todo, algo que no he mencionado hasta ahora es lo que real, realmente constituye el alma de esa novela, que no es otra cosa más que un sincero agradecimiento al mundo del libro: bibliotecas, librerías, sistemas de préstamos, autores, pero por encima de todo, a nosotros, los lectores, sin los que no existiría este maravilloso y exclusivo universo. A todos los lectores, es cierto, pero está claro que en especial a aquellos aficionados a la ciencia ficción.

Ahora, leyendo lo que he escrito a posteriori, me doy cuenta de que tal vez haya mostrado más entusiasmo del que pretendía en un principio. Ello es debido a que, si bien es cierto, la novela no me ha llenado del todo, si que ha ido calando en mayor medida según sido pasando el tiempo y se ha aposentado en mis recuerdos. Tal vez por ello esta reseña parezca mucho más efusiva de lo que en realidad lo siento.

¿Recomendarla? Sí, la recomiendo pero con reservas. No es para todo el mundo y no tengo claro a quien va a gustar. Creo que a pocos que busquen ciencia ficción o fantasía.

domingo, 20 de julio de 2014

La leyenda de la piedra

Hace unos cuantos años ya que leí Puente de pájaros, de Barry Hughart. En aquel momento, seducido por las buenas críticas, y antes de haberlo leído, decidí comprar también la segunda entrega de la saga del maestro Li. 
No me gustó la primera parte, no pude con ella. Reconozco que me costó infinito entrar en la historia, motivo por el cual he tardado casi 5 años en leer La leyenda de la piedra. Os adelanto que mi opinión será corta. Tengo poco que decir pues me ha sucedido lo mismo que con Puente de pájaros y no he sido capaz de entrar en esta segunda parte, ni en la primera ni en la última página, y lo lamento, la verdad, pues realmente quería que me gustase

El maestro Li, el mejor detective de toda China, y su ex cliente y actual ayudante Buy Número Diez se enfrentan a un nuevo caso. Buey es un campesino de corazón puro, y Li un viejo erudito… con un ligero defecto en su carácter.

En el monasterio del Valle de las Penas, el bibliotecario ha aparecido asesinado mientras trabajaba en un antiguo pergamino que además ha sido robado. Las pruebas apuntan inconfundiblemente a que el culpable es el infame Príncipe Risuelo, un noble despótico y torturados que desea ocultar el conocimiento de una fabulosa piedra para sus propios fines.

Sólo hay un problema: el Príncipe Risueño lleva muerto más de siete siglos… y el rostro del bibliotecario asesinado refleja todos los horrores del Infierno.

En mi opinión Barry Hughart escribe cojonudamente. Se nota en un estilo elegante, pleno de figuras retóricas pero muy alejado de la presuntuosidad y el recargamiento propio de quien quiere demostrar lo bien que sabe escribir cuando en realidad no tiene ni puta idea.
Desconozco si Hughart imita el estilo narrativo de la antigua China o si lo conoce profundamente, pues no me ha parado a conocer su biografía pero, lo que si es cierto, es que consigue ese tono poético y melancólico pero a la vez muy aventurero y cargado de humor propio de las leyendas chinas.
Un humor extremadamente ácido y picarón, subidito de tono en ocasiones y con muchas referencias culturales y políticas que, como en mi caso, no te hacen reír si no conoces un poco la historia de China.
La novela está plagada de subtramas y pequeños cuentos, leyendas y acertijos que el maestro Li y Buey número 10 deben resolver para alcanzara la recompensa final.
Y esto es lo que, para mi, constituye el aspecto principal para que la novela no resulte satisfactoria y no la haya disfrutado lo más mínimo. Me explico. Es tal la profusión de anécdotas, cuentos, leyendas, acertijos, escenarios que me he perdido continuamente. Han sido muchísimas, pero muchísimas, las ocasiones en las que he perdido el hilo y no sabía ni lo que estaba leyendo. Nos encongamos ante, para mi, una novela muy compleja de leer (pese a la aparente facilidad que desprende) con un componente psicodélico que ha hecho que me encontrase mirando la novela por un pequeño agujerito, a través de un tubo en el que según vayas girando la novela, va cambiando la trama, construyendo formas geométricas con eje simétrico que me han agobiado como si se tratase de una novela hiperactiva que no he sido capaz de agarrar en mi tranquilidad.
Una novela plagada de personajes interesantes. Sin más evolución que esta propia novela, en muchos casos, unas pocas páginas, pero cargados de historia que narrados por Hughart me han desconcertado más aún, aunque los cuatro personajes principales son grandes personajes en su originalidad y desenvoltura pero que se mezclan en el batiburrillo de mi mente.
como he dicho hay escenas muy poéticas que se aprecian en fragmentos épicos de viejas leyendas pero que el desconocimiento de la tradición y mitología chinas no me han permitido disfrutar y de nuevo me han hecho perderme, por ejemplo, hay un fragmento en el que el Maestro Li viaja al infierno para "entrevistar" a la diosa de las prostitutas, que ha conseguido que, de verdad, no me enterase ni de donde estaba.

No puedo decir más. Tal vez sea una buena novela que no he sabido interpretar correctamente, pues la mayoría de las críticas que he leído son muy buenas (recuerdo una respuesta de Egan en facebook a mi reseña de La sombra fuera del tiempo que me iluminó un poco respecto a dicha novela). En cualquier caso, no puedo recomendarla pues no la he disfrutado. Al menos tengo claro que no leeré la tercera parte.

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